Yeimis, integrante del proyecto Tratamiento Integral a Pandillas (TIP) – Jóvenes Sin Fronteras, se crió en el barrio Mojica, en el asentamiento de la Colonia Nariñense, al oriente de Cali. “Crecer en este sector fue un milagro. La juventud la viví con zozobra. A mis 15 años dejé de ir al colegio porque había muchos problemas de fronteras invisibles y mi vida corría peligro”. De acuerdo con Yeimis, una de las razones de por qué los jóvenes se involucran en actividades delictivas obedece a que en la adolescencia tienen deseos de sentir riesgo y adrenalina en sus vidas. En algún momento, Yeimis cometió errores que perjudicaron a su comunidad; sin embargo, ya su mentalidad ha cambiado y ahora está enfocado en potenciar su marca de zapatos y consolidar su proyecto de vida al lado de su familia.
“Antes yo era una persona que no respetaba la opinión de los demás, era soberbio y quería tener siempre la última palabra. Con las actividades del proyecto TIP aprendí a respetar el punto vista de los demás, a ser más tolerante y receptivo. Ahora soy consciente de que a través del diálogo es más fácil resolver los conflictos y, además, para mi emprendimiento es muy necesario saber cómo mantener buena relación con los clientes y compañeros de trabajo”, explica Yeimis.
Después de darle un giro a su vida, hoy en día el joven se especializa en elaborar tacones y sandalias en cuero, tela, pvc, entre otros materiales. Los zapatos que confecciona se destacan por ser de colores muy vivos y tener excelentes acabados. La reputación de su marca ha crecido a tal punto que ya hizo su primer pedido internacional al enviar 60 pares de zapatos a Chile. “Para mí es una alegría muy grande saber que personas de otro país admiran los tacones que confecciono. Es un empujón que me motiva para seguir fortaleciendo mi emprendimiento y llevarlo a otro nivel”, asegura.
La zapatería llegó a su vida de imprevisto. Un vecino del barrio expresó que necesitaba un zapatero para trabajar en un taller de confección. Yeimis, sin tener ningún conocimiento en el tema, se atrevió a decir que él le podía ayudar. A partir de ese momento, comenzó a trabajar como ayudante y fue aprendiendo de manera empírica con el apoyo de sus compañeros del taller en Mojica. Con el paso del tiempo, adquirió mayor destreza y pasó a trabajar en un taller de mayor renombre en el centro de la ciudad. Durante doce años el joven estuvo trabajando en talleres de confección en los que aprendió a diseñar, modelar, cortar y guarnecer.
Cuando el joven comenzó a asistir a las actividades del proyecto TIP, en el 2016, se presentó la oportunidad para que se vinculara como gestor del Dagma. “Al hacer parte de este proyecto de la Alcaldía tomé conciencia sobre cómo puedo aportar al cuidado del medio ambiente y sensibilizar a la comunidad frente al tema. Además, al ser gestor pude adquirir los ingresos suficientes, ahorrar para lanzar mi propia marca y emprender. Gracias a esto, adecué un taller en mi casa y comencé a vender mis zapatos en el sector”, afirma Yeimis. Más adelante, el joven pasó a ser gestor de convivencia y participó en talleres de emprendimiento ofrecidos por este programa. A través de esta formación, el joven aprendió sobre costos y mercadeo, por lo que ahora este nuevo conocimiento lo aplica en su emprendimiento.
Cuando le preguntan a Yeimis por sus sueños se evidencia alegría en su rostro y habla con mucha determinación: “Mi gran sueño es que mi marca ‘Yei R. Shoes’ sea reconocida en la ciudad. Quiero viajar a Italia, a la cuna de la zapatería para aprender de los mejores diseñadores del mundo. Sueño con enseñar este bello arte, ya sea a mis familiares o amigos. Así como le estoy enseñando este oficio a mi sobrino, quien es mi ayudantico, quiero enseñarle a más jóvenes para que se alejen de los malos caminos y cultiven un arte como lo es la zapatería”, asegura con una gran sonrisa.